He aprendido
Que “para siempre” dura un tiempo.
Que compartir lo que me gusta es lo que más hace que algo me guste.
Que no tengo que hacer algo, si me desagrada desde el principio.
Que el cariño sale de mí, que si yo no quiero, nadie me quiere.
Que me han querido mucho durante toda mi vida.
Que las palabras hacen daño (mucho daño).
Que tengo defectos que no aguanto.
Que la vida ocurre y nada de lo que yo haga la para.
Que las cosas llegan y cuando llegan, pasan y cuando pasan, pasan.
Que no hace falta hacerlo perfecto, a veces basta con hacerlo.
Que las cosas sólo pasan una vez, por eso es importante hacerlo bien (sea bien lo que sienta en cada momento).
Que todo cambia. Nada dura siempre. Hasta lo malo. Sobre todo, lo malo.
Que siempre hay un paso que sigue al último.
Que tengo una capacidad de acción limitada. Que hay cosas que pueden esperar. Y hay otras que no quiero que esperen.
Que en mis miedos reside la clave de la realización de mi persona.
Que hay gente que me cae mal y no pasa nada.
Que no soy una samaritana. Y que NO quiero serlo.
Que da igual lo que corra, el pasado siempre vuelve. La única manera de enfrentarse a él es asumir lo que pasó.
Que la vergüenza está en mi cabeza y en mi mirada.
Que siempre hay alguien dispuesto a echar una mano si se la pides.
Que los otros también tienen miedos.
Que esperar a dar un paso es mayor tortura que el castigo de darlo.
Me gustan mucho tus aprendizajes, algunos cuestan mucho, otros más, otros menos. Siempre he reclamado un manual de uso para la vida que nos ha tocado pero, claro, así casi todo tendría menos de sorprendente y se terminaría la magia, Y no merece la pena que eso pase sólo por ahorrarnos algunos sofocones (que también tienen su miga cuando se superan)
ResponderEliminarUn super besazo!