miércoles, 22 de junio de 2011

Fin del cuento.

"Abrió los ojos. Un esquema conocido se repitió: el dolor de mandíbulas, la sensación de agarrotamiento en el brazo izquierdo, el cuchillo en el derecho, la chica abierta en canal sobre la cama...

Había perdido. Otra vez."

FIN

-Espera, espera, ¿estás seguro de que acababa así? Y ¿qué pasa con ella?
-¿Ella?
-Sí, ella:


"Abrió los ojos: no reconoció el techo blanco y sonrío recordando la noche anterior. Giró la cara y vio a su amador con un cuchillo ensangrentado en la mano. Tuvo miedo. Temió qué pudiera ocurrir. Se llevó la mano al vientre y tocó sangre. Y algo de tripas. Suspiró. Ya había ocurrido. Se irguió un poco y observó que, además del consabido destrozo ventral, tenía cortes profundos en el pubis, en las muñecas y en el pecho derecho. Mientras él miraba su cuerpo y se culpaba, ella repasó mentalmente dónde había guardado las agujas y el hilo. Iba a costarle mucho coser aquello."

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